12.10.08

Mi primer historia de verdad (no contiene nada cómico todavía)

Hace demasiado tiempo que no escribo nada, pero últimamente no tengo ganas de escribir...
Tengo un nudo en la garganta que me comprime la imaginación y no me permite pensar correctamente. Les tiene que haber pasado alguna vez... Es como cuando comés comida con mucho picante y después te da miedo tirarte un pedo porque creés que se te va a prender fuego la ropa interior.
Disculpen a los que no les comente en sus blogs, la verdad que están escribiendo cosas muy interesantes y divertidas a la vez, pero no tengo voluntad de comentar un simple "muy bueno, saludos".
Espero que esta situación sea superada a la brevedad, ya que no me gusta esta sensación porque me recuerda a como empecé a sentirme por culpa de cierta persona que no viene al caso ya que no la conocen... (de hecho la causa probablemente sea ella ya que recientemente tuvo varias apariciones por mi cabeza).
Bueno, intentaré escribir algo interesante...

Alma pirata.

Voy a mandar todo a la mierda y me voy a hacer a la mar... Esas fueron las últimas palabras que oyeron los amigos de Pedro cuando este atravesó la puerta, casi pataleando. Creyeron que era algo momentáneo, que se le pasaría como todas las otras oportunidades en las que se había enojado con su pasado.

Transcurrió al menos una semana y media antes de que sus amigos notaran la ausencia de Pedro. Ya no frecuentaba los lugares que solía frecuentar, ni había aparecido por la facultad en todo ese tiempo. A los pocos meses recibieron una postal enviada por él, en la que contaba lo ocurrido durante su travesía.

Resulta que recorriendo el puerto, mientras miraba hacia el océano contemplando su inmensidad, divisó un extraño barco amarrado en el lugar donde suelen desembarcar los barcos que regresan de comerciar, ya que los deja más cerca del banco y de la zona comercial del pueblo. Se acercó lo suficiente como para notar que estaba completamente vacío, lo que le dio un motivo suficiente para subir a revisarlo en busca de un poco de adrenalina.

Subió por la escalinata que colgaba por estribor con una naturalidad increíble. Siempre había querido subirse a un barco y surcar los océanos y mares de todo el mundo. Se dirigió hacia el timón para fantasear con ser el capitán del barco, cuando de repente comenzaron a escucharse unos disparos y unos gritos que él, inmerso en su fantasía, no los descifró hasta que fue demasiado tarde...

Se trataba de una banda de piratas que estaba asaltando el pueblo y que precisamente habían llegado en el barco en el que él se encontraba jugando como si todavía fuera un niño. Todo lo que pudo hacer cuando cayó en la cuenta de lo que estaba ocurriendo, fue esconderse entre las cajas con las provisiones, sabiendo que no pasaría mucho tiempo hasta que lo descubran.
De repente, comienza a sentir un leve balanceo que lo mecía de un lado al otro. El barco había zarpado. El movimiento del barco lo acunaba, produciéndole un ataque de sueño que pronto terminó por vencerlo.

Cuando se despertó, no lo hizo entre las cajas que había visto antes de dormirse, sino que lo hizo en una cama. Tenía las manos atadas a la cabecera pero sus pies estaban libres y su boca sin mordaza. Comenzó a pedir que alguien se acercara a la habitación en la que se encontraba. No tardó en hacer acto de presencia el mismísimo capitán del barco. Este no era nada mas ni nada menos que el mejor amigo del padre de Pedro, quien era a su vez su padrino y tío postizo.
Cuando Pedro lo vio entrar, no podía terminar de entender que era lo que pasaba allí.

Luego de desatarlo fue llevado al salón comedor, donde se estaba llevando a cabo el festejo por el botín adquirido. Fue tratado como un huésped de honor y agasajado con un gran banquete. Como notó una cara de signo de pregunta en el rostro de Pedro, el capitán le dijo que disfrute de su cena y que luego hablarían tranquilos en un lugar mas privado. El banquete y los festejos se prolongaron durante horas, pero el capitán cumplió con su palabra y lo llevó a sus aposentos para responder a sus preguntas.

Por hoy lo dejo acá porque se está haciendo muy largo y denso como para que lo lean todo de golpe. Les puedo adelantar que el padre de Pedro era pirata, leal compañero de Edward (el capitán del barco), pero abandonó la piratería después de su nacimiento.

Si la historia es un bodrio y no les interesa como sigue, hagánmelo saber así no escribo al cuete...
Un abrazo para todos.

2 comentarios:

Mipersona dijo...

Dale no seas boludo

Upa el animo jajaja


dale que quiero seguir lleyendo cosas locas o me como tu avestruz esquisofrenico

Maxy13977 dijo...

Quedate tranquilo que renací otra vez.
A la brevedad publicaré otra locura con el fin de alimentarte con mis locuras y que no debas recurrir a mi avestruz que ya tiene bastantes problemas con su perdida de memoria...